jueves, 19 de febrero de 2009

Cuando llegué aquí una de las cosas que más me repitió mi hermana fuera que aprovechara el tiempo, que aprendiera, aprendiera, aprendiera.. Supongo que ella me conoce bien, y sabe de esta vagueza que me acompaña siempre, de esta falta de iniciativa que me atormenta..
Trato de hacerlo, no se crean, pero no es fácil. Supongo que hay algo dentro de mí, de mi propia esencia, que me paraliza, o tal vez hace que pierda demasiado tiempo (pre)juzgando mis acciones y mis no-acciones, en lugar de, simplemente, llevarlas a cabo..
El caso es que no tengo la sensación de estar aprovechando el tiempo, más bien al contrario, siento que es él el que se aprovecha de mí.. Y eso me mata. Ni se imaginan de qué modo..
Cuando estaba en España me costaba, lo reconozco, pero me era más fácil. La constancia unida a mi buena estrella me ayudó mucho entonces, y finalmente conseguí de a poquito ir realizando todas mis metas, y conociendo otras nuevas por el camino que me llenaban de ilusión. Aquí tengo la barrera del idioma, pero no se confundan, sé que no es una excusa.. Debería aprender inglés de una vez, hacer algo aparte de las clases (que no sirven de mucho, todo sea dicho de paso) leer en inglés lo que puedo (y sé que podría más) o mal ver la tele en este aparato prehistórico con antenas forradas de aluminio que hace las veces de televisor en nuestra casa.
Tendría que salir ahí fuera y arriesgarme, coger el inglés por los cuernos y lanzarme al ruedo sin más, como hacía en Edimburgo sin mayor problema. Tal vez porque allí sabía que sólo serían cuatro meses, y esto sin embargo parece que va para largo.. no sé..
El caso es que la sensación de inutilidad es tan grande, tan devastadora, que me paraliza en lugar de activarme..
¡Que miedo me tengo señores, que miedo!.. ains..
En fin, será mejor que me lave los dientes, la cara, me ponga el pijama y me vaya a dormir para mañana levantarme temprano y tratar de aprovechar el día que se me regala, todito por estrenar..

No hay comentarios:

Publicar un comentario